Almacenamiento de hidrógeno para un futuro con cero emisiones netas de carbono

El informe del Oxford Institute for Energy Studies revisa las aspectos tecnológicos y económicos de las diferentes opciones de almacenamiento y reflexiona sobre los obstáculos que deberá afrontar su puesta en marcha.

Los autores del informe Hydrogen storage for a net-zero carbon future analizan seis de los principales tipos de almacenamiento de hidrógeno existentes: almacenamiento de hidrógeno puro, los hidrocarburos sintéticos, los hidruros químicos, los líquidos orgánicos portadores de hidrógeno (LOHC), los hidruros metálicos y las estructuras porosas. Destacan dentro del análisis las barreras en términos de inversión, y debaten sobre la concreción de un modelo de negocio viable para mitigar los riesgos de dicha inversión.

Los investigadores afirman que para los casos en los que se necesite una gran pureza de H2, una descarga rápida o un volumen de almacenamiento relativamente alto, el almacenamiento preferible será el de hidrógeno en forma pura. Este tipo de almacenamiento de hidrógeno a escala extremadamente grande es necesario en muchos de los casos para el desarrollo de una cadena de valor del hidrógeno viable y, por tanto, para el progreso de una economía del hidrógeno. Así pues, el almacenamiento de H2, puede ayudar a resolver el desequilibrio entre la demanda y la oferta.

En lo que a combustibles sintéticos e hidruros químicos se refiere, el estudio establece la posibilidad de optar por ellos cuando sea necesario combinar el almacenamiento rentable del hidrógeno con el transporte. En cambio, para las entidades con una participación sustancial en el refinado de petróleo y en la industria química los investigadores defienden que es mejor optar por la tecnología LOHC. Por último, los hidruros metálicos y los materiales porosos parecen ser los menos competitivos en la actualidad, aunque se posicionan como las únicas opciones que ofrecen un modo de almacenamiento no tóxico, no corrosivo y no inflamable. Los autores afirman que es probable que esta característica sea de extrema importancia cuando haya que priorizar la máxima seguridad en la conservación del hidrógeno.

Para finalizar, la investigación resalta que la inversión en almacenamiento de hidrógeno hasta el momento ha sido limitada, debido a la consideración de riesgos. En particular, hay dos riesgos principales asociados con la inversión en almacenamiento de hidrógeno. El primero es el riesgo de una demanda insuficiente de tales servicios, es decir, el riesgo de que después de que ocurra la inversión no haya una gran necesidad de almacenamiento de H2.43 El otro es el riesgo de un bajo precio para utilizar la capacidad de almacenamiento de hidrógeno. En otras palabras, el precio del acceso al almacenamiento de hidrógeno podría no ser lo suficientemente alto como para justificar la inversión, lo que puede ocurrir por varias razones, incluida la competencia entre varios modos de almacenamiento de hidrógeno, así como el desarrollo tecnológico.

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