Los biocarburantes deberán transitar hacia un nuevo modelo de negocio menos dependiente de las ayudas públicas, menos vulnerable, buscando la competitividad en precio en relación con los carburantes fósiles.
El denominado Grupo Magritte, conformado por las mayores compañías energéticas europeas, ha propuesto nuevos inputs para una política energética que garantice el futuro energético del continente.
Expertos mundiales en I+D debaten en Barcelona la necesidad de la afrontar cambio climático a través de la innovación y la colaboración público-privada. La cita, realizada el 28 de enero, forma parte de las actividades organizadas por la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Economía de Barcelona y la Funseam.
27 de Enero de 2014 – II Simposio Empresarial Internacional Funseam: Innovación y Sostenibilidad Energética
En este informe se presentan los resultados de un programa de investigación iniciado en 2008 sobre la estimación de la Curva de Kuznets Medioambiental para el caso de España que he desarrollado conjuntamente con Vicente Esteve, catedrático de la Universidad de Valencia, dando lugar a dos publicaciones (Esteve y Tamarit, 2012a 2012b) y a una réplica y ampliación publicada recientemente por Sephton y Mann (2013).
La Directiva Europea 2012/27/UE del 25 de octubre de 2012 sobre eficiencia energética obliga a la industria, y a la sociedad en general, a cambiar sus pautas de conducta como consumidores de energía.
Los biocarburantes son un instrumento muy útil al servicio de la política energética para la consecución de objetivos tanto en materia de lucha contra el cambio climático, por la vía de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, como de seguridad de suministro, al mitigar los efectos de la dependencia de los productos derivados del petróleo en el transporte, lo que ha motivado la introducción en muchos países de medidas de promoción de la utilización de estos carburantes renovables.
