Relevancia de la infraestructura gasista en el refuerzo de la seguridad de suministro en la UE

El informe “REPowerEU: Strengthening EU security of supply with gas infrastructure, publicado por la organización Gas Infrastructure Europe, aborda el papel de las infraestructuras gasísticas como respuesta a los problemas energéticos a los que se enfrenta Europa.

Durante el último año se ha experimentado un cambio en las prioridades a corto plazo de la política energética. La crisis de precios de la energía después del verano de 2021, y más tarde la evolución geopolítica mundial, han situado el precio y la seguridad del suministro en la cima de las prioridades de la Unión Europea mientras que los objetivos a largo plazo se mantienen enfocados firmemente en la descarbonización.

A este respecto, el estudio apunta a que la infraestructura de gas en Europa desempeñará un papel crucial en la consecución de los objetivos a corto y largo plazo. Los autores argumentan que es decisivo incrementar las terminales de GNL en este contexto, pues estas infraestructuras ofrecen acceso a múltiples fuentes de suministro global -incluidas, entre otras, Estados Unidos, Noruega, Medio Oriente y Argelia- al mismo tiempo que pueden acomodar múltiples tipos de fuentes de energía, incluidas las renovables. En concreto, la UE-27 tiene una capacidad de regasificación de 1.900 TWh, con otros 180 en construcción y planes para 900 TWh adicionales. Para mantener la inversión deseada, los autores proponen asegurar internacionalmente volúmenes adicionales de GNL, establecer un procedimiento de aprobación por la vía rápida para las terminales de GNL planificadas, reforzar las asociaciones a largo plazo y promover un sistema internacional de certificados/garantías de origen.

Asimismo, el informe resalta el papel de las infraestructuras de almacenamiento junto con las terminales de GNL. Sin duda, la flexibilidad que necesitan los gestores de redes para cubrir las necesidades a corto plazo y estacionales sólo puede lograrse, tal y como afirman los autores, con una infraestructura de almacenamiento suficiente. De la misma manera, un sistema de transporte transfronterizo de gas robusto es el pilar fundamental para la seguridad del suministro de gas en la Unión Europea.

Por último, los autores sugieren que, para lograr los objetivos a largo plazo, la reutilización de las tuberías será crucial para establecer la infraestructura necesaria para el hidrógeno. Un cambio del gas natural al hidrógeno beneficiará la seguridad del suministro al reducir la necesidad de importaciones de la Unión Europea y será fundamental para descarbonizar el sector energético. Las nuevas inversiones en los actuales sistemas de TSO mediante la reutilización de la red de transmisión de gas permitiría acometer la transición al hidrógeno de una manera rentable.

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