La crisis provocada por la pandemia del Covid 19 plantea un gran desafío que requiere que la necesaria respuesta inmediata no deje de tener en cuenta acciones estructurales a largo plazo, teniendo en todo momento muy presente el cambio climático. En este sentido, The Vienna Institute for International Economic Studies aborda qué tipo de proyectos debe priorizar la Unión Europa para acelerar la recuperación económica.
El Fondo de Recuperación propuesto recientemente por la Comisión Europea marca un punto de inflexión en el seno de la Unión Europea. Se ha generado un intenso debate público sobre la financiación del Fondo, en cambio, poco se conoce sobre el tipo de proyectos en los que invertir en los próximos años. En este sentido, los investigadores del centro vienés proponen un programa de inversión de 10 millones de euros por 10 años centrado en tres ejes prioritarios: salud pública, infraestructura de transporte y energía/descarbonización.
En el área de energía/descarbonización el informe apunta que el logro de los objetivos climáticos requerirá inversiones tanto en el sector público como en el privado, y también una actividad reguladora a nivel de la Unión Europea y nacional (de hecho, hasta a nivel local). En el ámbito de actuaciones, los investigadores reclaman la necesidad de canalizar los fondos económicos para acelerar la realización de una red eléctrica inteligente e integrada para la transmisión de energía renovable al 100% (e-highway). De acuerdo con las estimaciones realizadas, los autores indican que las necesidades de inversión en infraestructura para una e-highway paneuropea 100% renovable es de aproximadamente 520 mil millones de euros en un período temporal de veinte a treinta años.
Todo ello apunta a que una combinación de transporte eléctrico por carretera junto a la descarbonización de la generación de electricidad representa la pieza clave del engranaje que debe permitir reducir las emisiones. Sin embargo, tal y como apunta el informe, la falta de una red de recarga es un factor importante que obstaculiza la proliferación de los vehículos eléctricos en el contexto europeo. Paralelamente a las inversiones para estimular una red eléctrica 100% renovable, también se proponen medidas de apoyo para proyectos complementarios de baterías y de hidrógeno verde.