Los organismos internacionales responsables del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7 sobre energía acaban de publicar el nuevo informe de Seguimiento de progreso.
La Agencia Internacional de Energía, la Agencia Internacional de Energías Renovables, la División de Estadísticas de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, responsables del ODS 7 han publicado este informe que evalúa los logros del ODS 7 en materia de energía. El ODS 7 persigue la búsqueda global del acceso universal a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para 2030. Los últimos datos disponibles y los escenarios energéticos analizados revelan que, al ritmo actual de progreso, el mundo no está en camino de alcanzar ninguna de las metas establecidas en el ODS 7.
De acuerdo con las conclusiones de este informe, a nivel mundial, 733 millones de personas todavía carecen de acceso a la electricidad. Además, unos 2.400 millones de personas, es decir, un tercio de la población mundial, aún cocinan con combustibles que son perjudiciales para su salud y para el medio ambiente. A pesar del progreso de la última década, el ritmo de avance ha ido disminuyendo debido a la complejidad de llegar a las poblaciones restantes y a los impactos de la Covid-19. En particular, el estudio estima que 670 millones de personas seguirán sin acceso a la electricidad en 2030, y 2.100 millones de personas se quedarán sin acceso a una cocina limpia, a menos que haya un mayor esfuerzo a nivel mundial.
Si bien los impactos provocados por la Covid-19 han demorado muchos de los proyectos de energía y obstaculizando así los avances que se habían alcanzado en los últimos años, el informe afirma que la energía renovable fue la única fuente de energía que creció durante la pandemia. No obstante, esta tendencia positiva esconde un ritmo extremadamente heterogéneo alrededor del mundo, dejando fuera a muchos países que necesitan inversiones para alcanzar el Objetivo 7. Por ejemplo, el informe pone de relieve que los flujos financieros públicos internacionales a los países en desarrollo en apoyo de la energía limpia disminuyeron en 2019 por segundo año consecutivo, cayendo a USD 10.900 millones.
Ante este escenario, los organismos responsables del ODS 7 llaman a la comunidad internacional y a los encargados de formular políticas a seguir trabajando para lograr con éxito un acceso universal a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna y, en especial, a orientar estos esfuerzos estratégicamente a aquellos países más vulnerables.
