La European Environment Agency (EEA) ha publicado su informe de 2023 sobre el rendimiento de su sistema de gestión medioambiental (EMS), destacando logros y áreas de mejora, en su compromiso por un desarrollo sostenible en Europa.
El informe revela que el consumo energético de la EEA aumentó en 2023, aunque se mantiene por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. La electricidad proviene al 100 % de fuentes renovables, garantizada por el proveedor, lo que minimiza la huella de carbono asociada al consumo eléctrico. A pesar de un mayor número de personal y una mayor ocupación de las instalaciones, la EEA ha implementado estaciones de acoplamiento energéticamente eficientes y prácticas de teletrabajo, que han reducido parcialmente el consumo.
En cuanto a los residuos, la EEA logró avances importantes en reducción y reciclaje. En mayo de 2023, introdujo un sistema de recolección selectiva en todas las áreas, que incluye materiales como plásticos, metales, cartón y vidrio. Esto permitió que el 44 % de los residuos generados fueran recolectados como materiales reciclables. Además, la EEA implementó una política de donación, redistribuyendo materiales del comedor, como porcelana y cubiertos, lo que contribuye a la reducción de residuos no reciclables.
El consumo de papel también siguió disminuyendo gracias a la digitalización de procesos administrativos y a la política de impresión cero en las publicaciones de la EEA, sin que esto haya afectado la visibilidad de sus productos y el alcance de sus informes.
En cambio, uno de los objetivos pendientes de 2023 fue la reducción del consumo de agua, que ha mostrado un incremento sostenido en los últimos dos años, superando incluso los niveles anteriores a la pandemia. De acuerdo con los investigadores, existen diferentes explicaciones. Por un lado, el consumo de agua en el comedor, que representa un tercio del consumo total, casi se duplicó en 2023. Por otro lado, hubo un crecimiento del personal, mayor ocupación de las instalaciones como consecuencia de la apertura de plantas recientemente renovadas y el uso de los servicios del comedor.
Las emisiones derivadas de los desplazamientos del personal y visitantes se mantuvieron bajas en 2023, ayudadas por un presupuesto reducido para viajes, la creciente dependencia de videoconferencias y el compromiso de la EEA con la neutralidad climática. Este cambio ha reducido la necesidad de desplazamientos físicos para reuniones, aunque el informe advierte que mantener esta reducción en las emisiones será un reto en los próximos años.
Por último, el informe destaca la importancia de cuidar otros impactos ambientales que no se controlan en términos cuantitativos, como los impactos ambientales, económicos y sociales y el entorno interno. A este respecto, la EEA ha intentado concienciar sobre las sinergias entre los impactos ambientales positivos y los aspectos relacionados con la salud y el bienestar del personal.
