La Agencia Europea de Medio Ambiente presenta en su informe, “Economic losses and fatalities from weather- and climate-related events in Europe”, la cuantificación de las pérdidas económicas y otros daños generados por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos con el objetivo de respaldar los procesos políticos sobre la adaptación al cambio climático.
Bajo el paraguas del Pacto Verde Europeo, en febrero de 2021 la Comisión Europea adoptó una nueva estrategia de adaptación de la Unión Europea: “forjar una Europa resistente al cambio climático”. Esta nueva estrategia propone acciones para una adaptación más inteligente, rápida y sistémica. A su vez, la estrategia solicita un mayor esfuerzo en acciones dirigidas a obtener más y mejores datos sobre pérdidas y riesgos relacionados con el clima, ya que estos serán cruciales para mejorar la precisión de las evaluaciones de riesgos climáticos. En respuesta a ese objetivo, este informe actualiza la información sobre pérdidas económicas y muertes.
Los resultados indican que entre 1980 y 2020, las pérdidas económicas totales registradas por fenómenos meteorológicos y climáticos ascendieron entre 450- 520 billones de euros en los 32 países miembros de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Por categorías de eventos, se observa que los eventos meteorológicos y los eventos hidrológicos causaron, cada uno, entre el 34% y el 44% de las pérdidas totales, mientras que los eventos climatológicos originaron entre el 22% y el 24%.
En cuanto a los daños asegurados, sólo entre un cuarto y un tercio de estas pérdidas estaban aseguradas, existiendo notables diferencias en los daños asegurados entre los tres grupos de siniestros: 37-54% del total de siniestros para eventos meteorológicos, 15-24% para eventos hidrológicos y 7-16% para eventos climatológicos. Además de las diferencias entre los distintos tipos de siniestros, también se observa una elevada heterogeneidad entre los países. Según el estudio, los países con los niveles más altos de pérdidas económicas aseguradas como porcentaje de las pérdidas totales son Dinamarca, los Países Bajos y Noruega (48-56 %), mientras que Croacia, Lituania y Rumanía tienen los valores más bajos.
En cuanto al número de muertes, entre 1980 y 2020 los datos ascendieron entre 85.000 y 145.000. La mayoría de las muertes (más del 85%) fueron consecuencia de las olas de calor. En concreto, la ola de calor de 2003 causó la mayor cantidad de muertes, representando entre el 50% y el 75% de todas las muertes por eventos relacionados con el clima en las últimas cuatro décadas.
La investigación concluye resaltando la necesidad de disponer de datos estandarizados sobre las pérdidas económicas basados en registros públicos de países y anima a las asociaciones público-privadas a recopilar y compartir estos datos en el futuro, ya que son elementos esenciales para mejorar las políticas de energía y clima.