El trabajo de investigación “Energy shocks and bank performance in the advanced economies”, aborda el efecto de los precios de la energía en 62 bancos con actividad en las economías desarrolladas del G7.
Los resultados del estudio concluyen que los shocks en los precios de la energía tienen un impacto negativo en el desempeño bancario, tanto en términos de rentabilidad de los activos como de los fondos propios. Con el propósito de obtener una fotografía más realista y profunda, los autores emplean un índice global de precios de la energía para así no centrarse únicamente en los precios del petróleo, pudiendo obtener unos resultados sesgados.
En este sentido, los resultados apuntan a un claro impacto negativo de los precios de la energía en los resultados bancarios de las economías avanzadas, incluso cuando se han controlado con variables macroeconómicas relevantes como el crecimiento económico, desempleo, inflación o tipo de cambio, entre otras. Por su parte los autores afirman que este impacto se debe a la estrecha relación entre los bancos y el sector energético, siendo una de las principales conexiones los préstamos vinculados a la energía. Para finalizar, los autores defienden la necesidad de que los bancos tomen medidas para mejorar su capacidad de resiliencia ante shocks en los precios de la energía. También inciden en la posibilidad de hacer frente a los desequilibrios generados por los precios de la energía a través de la política monetaria, siempre y cuando no se fragmente el frágil equilibrio que las medidas puedan ocasionar en términos de inflación o crecimiento económico.
