La Agencia Europea de Medio Ambiente presenta en su informe “COVID-19: lessons for sustainability?” una serie de lecciones aprendidas durante la pandemia para la búsqueda de la sostenibilidad de nuestra sociedad y cumplir así con las ambiciones del Pacto Verde Europeo.
La crisis del COVID-19 pone en evidencia los peligros de no atender los problemas del medio ambiente y de olvidar como sociedad que nuestra identidad está profundamente entrelazada con la de los ecosistemas de la Tierra. De ahí que los autores afirmen que la COVID-19 pueda verse como una “lección tardía de una alerta temprana” como es la degradación ambiental.
Aunque se desconoce el origen exacto del SARS-CoV-2, el informe apunta, como principal lección, que las sociedades contemporáneas tienen un inmenso potencial para la acción colectiva y el cambio cuando se enfrentan a una emergencia percibida. De modo que, si el motivo se considera legítimo y temporal, los autores argumentan que nuevas regulaciones se pueden hacer cumplir rápidamente, incluso prohibiendo ciertas prácticas sociales y determinadas actividades económicas.
Otra de las grandes lecciones que enumera el informe es la necesidad, como sociedad, de aprender de las experiencias pasadas. La crisis financiera de 2008-2009 condujo a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero el efecto duró poco; tendencia que parece volver a observase con la COVID-19. Con la reanudación de la actividad social y la reactivación económica, las concentraciones de gases contaminantes en la atmósfera están aumentando y, en algunos casos, se ha observado que se está regresando a los niveles previos a la pandemia. En este sentido, los autores manifiestan una vez más que la respuesta de los distintos gobiernos a la COVID-19 no parece haber servido mucho en la búsqueda de una senda de sostenibilidad.
Por último, los autores indican que la historia ha enseñado que se deben esperar más pandemias en un futuro y por lo tanto se debe estar preparado. En su opinión, si se ha logrado cerrar temporalmente ciertas actividades de la sociedad para sobrevivir a la amenaza de la COVID-19, parece completamente razonable que también se puedan llevar a cabo cambios sociales significativos para prevenir futuras pandemias. Para ello, la sociedad y los gobiernos deben reflexionar sobre qué hacer de manera diferente y qué dejar de hacer por completo para alcanzar un modelo sostenible para el conjunto de la sociedad.
