De forma análoga al caso del mercado eléctrico, la Comisión Europea acaba de publicar un estudio enfocado al análisis de los beneficios económicos que se pueden derivar de aumentar la capacidad de interconexión entre España y sus países vecinos Francia y Portugal. De los resultados se concluye que la construcción tanto de un nuevo gasoducto de interconexión entre España y Francia (MidCat) como de la tercera interconexión entre España y Portugal se encuentran más que justificadas desde una perspectiva de coste-beneficio siempre y cuando se tengan en consideración las limitaciones que presenta el mercado francés.
La Comisión Europea ha encargado a un consorcio europeo liderado por Ecorys el estudio de los beneficios económicos que se pueden derivar de aumentar la capacidad de interconexión entre España y sus países vecinos Francia y Portugal. El estudio, que ha contado con la colaboración especial de Enagás entre otros agentes, se ha centrado en el proyecto MidCat, aunque también ha considerado la tercera interconexión entre España y Portugal.
La necesidad de incrementar la capacidad de interconexión con un proyecto como el MidCat se justifica ya que ayudará a integrar el mercado Ibérico del gas con el resto de la UE. Poder disponer de las plantas de GNL de la Península Ibérica es vital para garantizar la seguridad de suministro en Europa. No obstante, existe cierta incertidumbre sobre la viabilidad económica de este proyecto que el estudio intenta despejar.
En primer lugar, es importante destacar que la capacidad de interconexión existente entre la Península Ibérica y el resto de la UE es pequeña comparada con las interconexiones disponibles en otras zonas periféricas. Sin embargo, en este caso, el aumento de la interconexión debe ir asociado a la eliminación de cuellos de botella en la conexión norte-sur en Francia que no permitirían la plena integración de los mercados. Por otro lado, hay que considerar este proyecto en el contexto de la realización de otras interconexiones que ayuden a mejorar la seguridad de suministro, pero también en el contexto de una esperada reducción de la producción interna de gas.
La conclusión del estudio es que la realización de la primera fase del MidCat resulta económicamente eficiente, siempre que se tengan en cuenta las limitaciones del mercado francés. El coste de esta primera fase se ha estimado en menos de 500M€, mientras que el proyecto completo más la tercera conexión entre España y Portugal – que sólo se realizaría en este caso – se acercaría a los 3.000M€. Prácticamente la mitad del coste se debería a la necesidad de mejora de las conexiones en Francia, por lo que el coste estricto de las interconexiones se situaría en los 1.650M€.