A raíz de la crisis entre Rusia y Ucrania la UE ha centrado su atención en cómo garantizar la seguridad de suministro de gas y el GNL está llamado a jugar un papel protagonista. CEER presenta un análisis del potencial de las actuales terminales de gas natural licuado (GNL) en el marco de una estrategia conjunta a nivel regional.
En los últimos años a nivel europeo existe una preocupación creciente por la seguridad de suministro en el ámbito del gas natural así como por la efectividad de la regulación existente – Reglamento 994/2010 – a la hora de dar respuesta al reto de la garantía de suministro. En el marco de esta preocupación, se llevó a cabo un test de estrés sobre el suministro de gas en Europa por parte de ENTSOG donde se puso de manifiesto la importancia de disponer de fuentes de suministro de gas flexibles como el GNL. Más aún cuando el suministro Europeo tiene básicamente dos orígenes Rusia (40%) y Noruega (28%) y que con el estancamiento de la demanda se espera que tengan incluso una cuota de mercado superior en el futuro.
Con el mismo ánimo, en el estudio elaborado por CEER, los reguladores energéticos europeos investigan el potencial del GNL en la mejora de la seguridad de suministro del gas en momentos de crisis externas de suministro en Europa. Los beneficios del GNL a priori, son la flexibilidad y la diversificación en el suministro de gas. Teniendo estos aspectos en cuenta, se analiza la situación actual de las plantas de GNL en Europa en términos de capacidad disponible, transparencia en las normas de acceso y coste del servicio. Por otro lado, se destaca la cooperación entre Estados miembros como elemento facilitador para la gestión de una crisis de suministro. La idea que se presenta es la creación de grupos de coordinación y comités de emergencia, a la vez que se preparan planes de emergencia regional.
El GNL también puede ser un buen instrumento para paliar la falta de interconexión por gaseoducto entre los Estados miembros ante una situación de necesidad. Para ello es importante que exista una coordinación entre el TSO y el operador de las plantas de GNL en el caso que sean agentes distintos. En este sentido destacan el papel que pueden jugar las floating storage regasification units puesto que pueden ofrecer una gran flexibilidad al ser transportadas hacia el país que las requiera. Por otro lado cabe destacar el papel de los denominados virtual pipelines, a través de los que se trata de establecer un suministro continuado por carretera en caso de emergencia. Para todo esto, sin embargo, se requiere una normativa uniforme y estandarizada que permita un funcionamiento ágil de estos mecanismos en caso de emergencia.