La Comisión apuesta por la transición energética hacia un nuevo modelo basado en las bajas emisiones y la eficiencia. Para ello se requiere de la mejora de la innovación tecnológica y la preocupación por la competitividad. No será posible, en cualquier caso, sin la movilización de la inversión y de la ciudadanía así como de otros stakeholders. La propia Comisión debe liderar el proceso de negociación diplomática encaminado a asegurar la implementación global del acuerdo.
La Comisión Europea acaba de presentar una Comunicación en la que aborda su estrategia para la implementación del acuerdo de la cumbre de París en el que los países se comprometen a hacer los esfuerzos necesarios en reducción de emisiones para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 2ºC a final de siglo, con la aspiración de conseguir que este aumento no supere los 1,5ºC respecto los niveles preindustriales.
La Comisión valora muy positivamente el acuerdo de París porque espera que, además de mejorar las condiciones climáticas del planeta para las futuras generaciones, debe aportar crecimiento económico y creación de puestos de trabajo durante su implementación. Destaca del acuerdo su carácter dinámico con las revisiones periódicas para evaluar el cumplimiento de los objetivos. Por otro lado, envía una señal clara a los inversores y a la sociedad en general sobre la necesidad de una transición global en el sector energético. Por último, valora que las partes estén obligadas a realizar esfuerzos en reducir las emisiones, que exista una metodología transparente para la medición de los progresos y que se cree un mecanismo de solidaridad para ayudar a los países en desarrollo.
La transición hacia una economía baja en emisiones y de alta eficiencia requerirá de cambios fundamentales en los ámbitos tecnológico, energético, económico, financiero y como sociedad a nivel global. En la práctica, la UE espera realizar esta transición en el marco de la Unión Energética. Seguidamente, apunta la trascendencia de la estrategia para la investigación, la innovación y la competitividad para encontrar sinergias que permitan sacar provecho de las oportunidades de negocio que surjan con esta transición. Conceden un rol destacado a la inversión y los mercados de capitales, puesto que no será cuestión simplemente de incrementar la inversión sino de asignarla correctamente entre tecnologías, sectores y, especialmente, entre la oferta y la demanda. También en esta línea destaca el papel que deben jugar las instituciones financieras en este proceso. La concienciación de la sociedad así como la necesidad de intensificar la acción a nivel local constituyen prioridades de la estrategia.
1 “The Road from Paris: assessing the implications of the Paris Agreement and accompanying the proposal for a Council decision on the signing, on behalf of the European Union, of the Paris Agreement adopted under the United Nations Framework Convention on Climate Change” (COM(2016) 110 final).
