El Instituto de Estudios Energéticos de Oxford acaba de presentar dos nuevos escenarios de transición energética para limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2 °C en el informe titulado “Energy Transition: Modelling the Impact on Natural Gas”.
Por el contrario, en el escenario desfavorable, el gas natural lleva una senda de crecimiento más lenta en relación con el carbón y el petróleo, siendo la implantación de energías renovables mucho más acelerada que en el EDS de la Agencia.
Los autores muestran que los resultados no son homogéneos para todo el mundo. La demanda de gas sufre un mayor declive en Norteamérica y Europa en ambos escenarios, aunque también cae pronunciadamente en Oriente Medio en el escenario desfavorable debido al crecimiento de las energías renovables. En los mercados asiáticos, por otro lado, el estudio prevé que la demanda de gas siga creciendo, lo cual refleja la necesidad del territorio de hacer una transición del carbón a gas, tanto en la industria, como en energía y construcción.
Para que el gas natural siga siendo relevante en cualquier escenario de transición que cumpla los objetivos del Acuerdo de París o las Naciones Unidas, los investigadores indican que se requerirá un descenso significativo de las emisiones. En ambos escenarios diseñados por el Instituto inglés, alrededor del 60% de las emisiones de gas natural se reducen para el año 2050, ya sea a través de una reducción directa en los quemadores, conversión a hidrógeno azul o el biometano.