El artículo publicado en la revista Energy Economics estudia la dinámica de la transición hacía economías verdes y su relación con la pobreza energética en los países europeos.
Europa está atravesando actualmente una importante transformación hacia fuentes de energía sostenibles y bajas en carbono. Prueba de ello es el Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es fomentar la transición hacia economías verdes caracterizadas por una menor dependencia de recursos intensivos en carbono. Sin embargo, los investigadores señalan que esta transición presenta desafíos relacionados con la pobreza energética, un fenómeno multifacético que abarca cuestiones como el acceso limitado a los servicios energéticos modernos y la incapacidad de costear la energía esencial para fines de calefacción y refrigeración.
La productividad energética permite medir la eficiencia con la que se utilizan los recursos energéticos para generar los resultados deseados, como el crecimiento económico, la producción industrial o los servicios prestados. Por lo tanto, la productividad energética resulta clave en la transición hacia un sistema energético más sostenible y descarbonizado.
Hasta ahora, sin embargo, no se han valorado las implicaciones de dicha transición ecológica sobre la pobreza energética. Esta investigación intenta llenar este vacío examinando las influencias de las principales políticas de transición (como la productividad energética) sobre la accesibilidad energética de la sociedad, desde la perspectiva de la pobreza energética.
Esta investigación encuentra evidencia empírica que demuestra la influencia de los procesos de transición a economías verdes sobre la pobreza energética. Se observa que las mejoras en la productividad energética están asociadas con una reducción de la pobreza energética. Además, los autores identifican una relación notable entre la pobreza energética y el consumo de energía verde: un aumento de la pobreza energética corresponde a un aumento en la proporción de energía verde dentro de la combinación general de consumo energético.
Así pues, los resultados subrayan la necesidad de combinar la transición ecológica con prácticas sociales y económicas que permitan asegurar la disponibilidad de recursos energéticos, aumentando la oferta a los sectores socialmente desfavorecidos. En primer lugar, los investigadores proponen implementar políticas públicas integrales como subsidios y programas de asistencia dirigidos a los hogares de bajos ingresos. Adicionalmente, se sugieren regulaciones que aseguren precios justos en el mercado energético, evitando aumentos excesivos que afecten desproporcionadamente a las personas en situación de pobreza energética. Por otro lado, resulta esencial incentivar el uso de tecnologías y prácticas que favorezcan la eficiencia energética. Finalmente, destacan también la relevancia de la participación ciudadana y la inclusión de los afectados por la pobreza energética.