En el marco de la serie de informes publicados periódicamente por Funseam para abordar los temas relacionados con la energía, el medioambiente y la sostenibilidad, se presenta en esta ocasión el informe “Futuro descarbonizado: consideraciones económicas del almacenamiento”, que se enfoca en analizar el papel del almacenamiento en el proceso de transformación del sector energético en general, y el eléctrico en particular, prestando especial atención a las diferentes consideraciones e implicaciones económicas asociadas.
La transición energética hacia un futuro electrificado y descarbonizado introduce, sin embargo, importantes cambios en el funcionamiento del sector. El escenario que plantea la Política Energética Europea actual es un modelo dominado por las energías renovables, especialmente por las intermitentes (eólica y solar), en el que una parte importante del debate se centra en cómo se debe dotar a los sistemas eléctricos de la suficiente flexibilidad para no poner en riesgo la garantía de suministro, el propio objetivo de aumento de la energía renovable y la ulterior descarbonización. El almacenamiento de energía se plantea como una de las soluciones más prometedoras para hacer frente a las necesidades de flexibilidad en el proceso de descarbonización. En este informe, elaborado por la Dra. Elisa Trujillo, se analizan las principales consideraciones económicas sobre el almacenamiento, su papel como fuente de flexibilidad y sobre su potencial tanto desde la perspectiva privada como desde la social.
La principal conclusión que se obtiene es que una de las claves del problema es la escala de las soluciones de almacenamiento. La discusión sobre el almacenamiento a escala del consumidor frente al almacenamiento a escala de la red es importante porque, en última instancia, puede decidir la forma futura de la red en un sistema descarbonizado. De este informe se desprenden consideraciones relevantes para el futuro del almacenamiento de energía con respecto al papel del diseño de mercados y de las políticas públicas. Con el fin de garantizar las inversiones necesarias en flexibilidad que permitan el correcto funcionamiento del sistema, incluyendo entre ellas inversiones en almacenamiento, es preciso que el diseño de los mercados permita aflorar las rentas de escasez a través de los precios, y generar así las correctas señales de inversión. El papel de las políticas públicas tiene una doble vertiente, por una parte, aquella de la que se desprende la valoración económica privada que lleva a considerar que es necesario tener en cuenta la posibilidad de implementar incentivos adicionales a las inversiones en almacenamiento, y por otra parte, la posibilidad de aportar recursos públicos que promuevan los desarrollos tecnológicos que permitirán aprovechar los potenciales beneficios sociales del almacenamiento energético en el sistema eléctrico del futuro.
