La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha provocado una situación de emergencia que no tiene precedentes en la historia reciente, al poner en riesgo la salud y la economía a nivel global. La economía española, y su sector energético en particular, no son ajenos a esta realidad. Una primera muestra de ello es la demanda de productos energéticos que, como no podía ser de otra forma, se ha visto afectada por esta fuerte contracción de la actividad económica. Partiendo de los primeros datos de coyuntura energética disponibles, el presente Informe Funseam pretende aportar una primera aproximación a la evolución de la demanda energética durante estas últimas semanas para el caso de la electricidad, el gas natural y la demanda de combustibles de automoción.
En el caso concreto de la demanda eléctrica, que se comporta como un indicador económico avanzado, los datos muestran unas perspectivas económicas muy complejas tanto en España como en el conjunto de la economía mundial. Italia, España y Francia son los países europeos con mayores caídas de la demanda de electricidad. Por sectores de consumo se observan desplomes de demanda eléctrica en el sector industrial nunca vistos hasta la fecha, salvo en alimentación y bebidas (actividad esencial), que ha aumentado su actividad y, en consecuencia, su demanda de energía eléctrica. La mayor caída se produce en sectores con elevado peso en el empleo y en el VAB industrial, como automóvil y material de transporte.
La demanda de gas natural en España no ha escapado de los efectos del coronavirus. En el mes de abril, cuando se hacen más evidentes los impacto, ya se producen caídas en la demanda de gas natural en todos los ámbitos de consumo, con fuertes reducciones tanto en el segmento convencional como en el de la generación eléctrica a partir de gas natural con caídas respectivamente del 21,9 por cien y del 25,9 por cien en comparación con el mismo mes del año anterior. Si bien se producen caídas en la mayoría de sectores, con la salvedad de la química, farmacéutica y la metalurgia, existen importantes diferencias en función del sector industrial en cuestión. Los sectores más afectados han sido los del refino, papel y textil con caídas superiores a los dos dígitos en todos ellos.
En el caso concreto del petróleo, el precio del petróleo Brent -referencia europea del mercado del crudo-, ha experimentado una fuerte caída a lo largo de estas últimas semanas, contagiado por el desplome que llevó los precios del petróleo West Texas (WTI), su homólogo estadounidense, a cotizar por debajo de cero dólares por primera vez en la historia la tercera semana del mes de abril. La caída en la cotización del crudo en los mercados internacionales se ha traducido en descensos del precio de venta al público de la gasolina y el gasoil, que se sitúan en mínimos del año.