Investigadores del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS Energy Climate House) examinan cómo las propuestas del nuevo Pacto Verde Europeo pueden apoyar la recuperación económica general y volver a encaminar el progreso de descarbonización iniciado en el seno de la Unión Europea en su reciente publicación: The European Green Deal after Corona: Implications for EU climate policy.
Si bien es cierto que la crisis del coronavirus es ante todo una crisis de salud pública, la emergencia sanitaria no debe eclipsar la puesta en marcha de políticas urgentes para mitigar el cambio climático en un contexto de recesión económica. Tal y como apuntan los investigadores, existe el riesgo de que el abandono de la acción climática durante la recuperación suponga un golpe notable en los esfuerzos de reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en línea con los objetivos establecidos durante el Acuerdo de París.
A corto plazo, se pone de manifiesto que incluso si las emisiones de GEI disminuyen, la crisis del Covid-19 corre el riesgo de tener un impacto negativo en las tendencias de emisiones mundiales y de la propia Unión Europea (UE), a menos que la neutralidad climática sea un criterio explícito de los programas de recuperación económica.
En cambio, a largo plazo, el informe resalta que esta crisis brinda la oportunidad de ir más allá del incrementalismo que ha caracterizado la política climática hasta la fecha. Y propone, sin olvidar el papel clave que jugará el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, diversas áreas de transformación, como la creación de mercados líderes con bajas emisiones de carbono, el inicio de la economía del hidrógeno o un enfoque en la cadena de valor del material básico, que es responsable de la mitad de las emisiones mundiales de GEI.
El cambio climático, lejos de desaparecer o resolverse debido al coronavirus, exige definir medidas proactivas ya que la pandemia ha demostrado que actuar temprano evita costes mucho mayores en el futuro. Y es que, según apuntan los investigadores, el cambio climático es como una pandemia a cámara lenta. Por un lado, consideran que una vez que los sistemas estén saturados, es probable que los impactos no tengan precedentes. Por otro lado, manifiestan que la recuperación también será a cámara lenta, porque los equivalentes a la contención (mitigación) y la construcción de unidades de cuidados intensivos (adaptación) tendrán que funcionar durante décadas para llevar los gases de efecto invernadero a niveles más estables.