El Consejo de los Reguladores Europeos de la Energía presenta el primer análisis de los efectos de la pandemia de COVID-19 en el sector energético. Este informe examina cómo el sector energético se vio afectado por la pandemia y las medidas que tomaron gobiernos, reguladores y empresas del sector energético para dar respuesta a esta crisis.
Después de mapear los efectos inmediatos y continuos de la pandemia de COVID-19 en el sector energético en su conjunto y en los consumidores y las empresas en particular, una de las principales conclusiones que arroja el informe es la gran resiliencia que demostró el sector durante toda la pandemia. Aunque la demanda de energía y los precios del mercado retrocedieron en muchos países, el sistema como tal siguió funcionando en todo momento garantizando la seguridad de suministro.
En un contexto dominado por cierres de empresas y pérdidas de ingresos de familias y hogares, el informe apunta que, para proteger a los consumidores, la mayoría de países europeos se aseguraron de que los consumidores no fueran desconectados del suministro energético por impagos.
Por otro lado, el informe pone de manifiesto que el impacto de la pandemia en los proveedores de energía y los operadores de redes aún no está del todo claro. Sin embargo, varias autoridades reguladoras de energía señalaron que los proveedores informaron aumentos en el número de facturas impagadas y que los operadores de red esperan pérdidas en los ingresos por tarifas.
Por último, el informe identifica un primer conjunto de lecciones aprendidas y mejores prácticas. Uno de los principales hallazgos es la importancia de un intercambio de información rápido y completo con todas las partes interesadas (gobierno, operadores de red, etc.) así como la aceleración de la digitalización y las operaciones remotas en el sector energético para hacer frente a la crisis.