La transición energética parece técnicamente factible y políticamente urgente. Sin embargo, ¿es también económicamente viable? ¿se pueden movilizar a tiempo los recursos necesarios? Estas son las cuestiones que tratan de responder, en su estudio “How to finance the transition to low-carbon energy in Europe?”, los investigadores de la Universidad de Utrecht, F. Polzin y M. Sanders.
Numerosos estudios de instituciones internacionales (IRENA, OECD, IEA) plantean escenarios y modelos posibles para avanzar hacia la neutralidad climática. Todos ellos destacan las grandes cantidades de inversión que se requieren para hacer realidad la transición tanto en tecnologías maduras establecidas como en tecnologías innovadoras. No obstante, sin un suministro adecuado de recursos financieros para la inversión, los escenarios técnicamente viables pueden resultar inalcanzables.
El estudio apunta que Europa no tiene un “déficit de financiación” agregado, pero sí se enfrenta a un desajuste cualitativo. En particular, los investigadores holandeses encuentran una falta de inversión de capital privada a pequeña escala para promover la investigación, el desarrollo y la demostración (I+D+i) de tecnologías novedosas, como el almacenamiento de energía. Asimismo, también manifiestan una falta de financiamiento de bajo riesgo, en pequeñas inversiones en eficiencia energética y proyectos descentralizados de energía renovable. Con respecto a los abundantes fondos disponibles para inversiones institucionales a gran escala, la investigación sugiere que podrían canalizarse hacia inversiones en la red, ya que se ajusta a los mandatos de los inversores institucionales. Por otro lado, nuevas formas de intermediación y un conjunto de reformas habilitadoras (que abordan principalmente cuestiones y normas regulatorias) podrían ayudar a desbloquear más recursos infrautilizados, “mover (algunos de) los billones” hacia donde más se necesitan y facilitar la transición energética en Europa.