Investigadores del grupo de política energética de la Universidad de Cambridge examinan, en el estudio “Border Carbon Adjustments and Industrial Competitiveness in a European Green Deal”, la necesidad de un potencial replanteamiento en el diseño del ajuste de carbono en la frontera de la Unión Europea que proteja la competitividad del tejido industrial y evite los procesos de fuga de carbono.
Como parte del Acuerdo Verde Europeo, la Unión Europea tiene sobre la mesa la creación de un mecanismo de ajuste fronterizo de carbono para garantizar que el precio de las importaciones en la Unión Europea refleje con mayor precisión los costes ambientales de su contenido de dióxido de carbono.
En este sentido, desde la Unión Europea se están barajando varias opciones de diseño de este mecanismo. Entre ellos, un impuesto al carbono sobre productos seleccionados (tanto sobre las importaciones como la producción nacional), un nuevo arancel o impuesto sobre el carbono sobre las importaciones o la extensión del Régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea a las importaciones. Estas opciones tienen en común que solo se aplican a las importaciones y no a las exportaciones de los productores de la Unión Europea.
Según apuntan los autores, reemplazar la asignación gratuita de derechos por este mecanismo solo de importación debilitaría la competitividad de los productores de la Unión Europea en los mercados extranjeros. La razón es que la asignación gratuita también ayuda a respaldar la competitividad de los costes de los productos nacionales que se exportan a mercados fuera de la Unión Europea. Aunque, por otro lado, también se resalta que la combinación de un mecanismo de ajuste fronterizo de importación con una asignación gratuita puede aumentar el riesgo de desafíos legales si no se lleva a cabo un diseño apropiado.
Así, el estudio pone de manifiesto la elevada complejidad que acarrea el correcto diseño de este nuevo mecanismo. La disyuntiva está servida. Si bien la asignación gratuita puede ofrecer un apoyo de competitividad más integral, el mecanismo de ajusto fronterizo, por otro lado, conduce a una señal más fuerte del precio del carbono y aumenta los ingresos gubernamentales adicionales.
