El informe destaca la respuesta efectiva de la UE, los Estados miembros y los ciudadanos para mitigar los efectos adversos de la crisis energética. Las medidas de emergencia adoptadas han sido cruciales para garantizar la seguridad energética y estabilizar los mercados.
Esto se ha logrado a través de la reducción del consumo energético, la diversificación de fuentes de suministro y la implementación de políticas orientadas a promover la neutralidad climática y una auténtica unión energética centrada en la expansión de la energía limpia.
El informe revisa los diferentes acuerdos políticos adoptados bajo el paquete “Fit for 55“, así como la implementación del Plan REPowerEU, que tiene como objetivo eliminar gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles rusos, entre los logros más destacados.
En cuanto a los resultados más significativos, mencionan la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 32,5% desde 1990. Adicionalmente, entre agosto de 2022 y mayo de 2024, la demanda de gas se redujo en un 18%, equivalente a un ahorro de 138.000 millones de metros cúbicos. También se observó un incremento en los niveles de almacenamiento de gas, que aumentaron del 59% de su capacidad en abril de 2024 al 90% en septiembre. Además, los precios de la electricidad y el gas han caído drásticamente, manteniéndose estables en comparación con los picos de la crisis energética de 2022, tanto en los mercados mayoristas como en los minoristas. Por último, las energías renovables contribuyeron con un 50% a la generación de electricidad en la UE durante el primer semestre de 2024.
El informe también resalta el fortalecimiento de las alianzas internacionales y la adopción de nuevas legislaciones, como la Ley de Industria Neta Cero y la Ley de Materias Primas Críticas, que buscan garantizar la seguridad energética y mejorar la competitividad en los sectores de la industria, el transporte y el suministro de materias primas. En este sentido, las prohibiciones impuestas por la UE a las importaciones marítimas de petróleo y carbón rusos han llevado a una drástica reducción de la dependencia del gas ruso, que ha pasado del 45% de las importaciones totales en 2021 al 18% en agosto de 2024.
Sin embargo, el informe de la Comisión Europea advierte que los nuevos desafíos en el ámbito energético requieren una respuesta política decisiva y un cambio radical en los próximos años, tanto por parte de la UE como de los Estados miembros. Para enfrentar estos retos, será esencial fomentar una mayor coordinación, integración del mercado y acciones conjuntas.