La investigación, publicada por The Oxford Institute for Energy Studies, analiza varias medidas de solidaridad energética estipuladas por el acervo de la UE y examina el impacto de su implementación durante una grave escasez de gas.
Unas temperaturas invernales más cálidas de lo que ha sido habitual en los últimos años han reducido la demanda de gas natural, lo que permite apuntar que no parece que vaya a haber problemas de seguridad de suministro en lo que queda de invierno. Sin embargo, los autores del informe “EU solidarity at a time of gas crisis: even with a will the way still looks difficult” nos recuerdan que el próximo invierno podría ser significativamente más desafiante si los suministros de gas ruso disminuyeran aún más o se detuvieran por completo, especialmente si se acompaña de una creciente demanda de gas natural licuado (GNL) de China, interrupciones de otros suministros y bajas temperaturas invernales.
Tras revisar las medidas más relevantes de solidaridad incluidas en los Reglamentos de seguridad del suministro, de mejora de la solidaridad y de reducción de la demanda de gas, los resultados revelan que existen importantes dificultades asociadas al proceso de toma de acuerdos e implementación de las medidas de solidaridad, como consecuencia de la ausencia de herramientas concretas para la aplicación de acuerdos de solidaridad y la vaguedad de los planes de prevención y emergencia de los Estados miembros.
Aunque estos obstáculos pudieran superarse, la investigación apunta que su impacto en la situación del suministro de gas de la subregión de Europa central y oriental (Alemania, Chequia, Eslovaquia, Austria y Hungría) probablemente sea limitada debido a las condiciones de las infraestructuras actuales, especialmente las de almacenamiento de gas natural. De hecho, el informe recuerda que incluso si existiera la voluntad de implementar las disposiciones de solidaridad, es posible que los Estados miembros menos afectados no tengan forma de ayudar significativamente. Frente a estos problemas, las soluciones se centran en el desarrollo de terminales de importación de GNL adicionales a las ya existentes y su conexión a la red. Tal como afirman los investigadores esto ayudaría también a aliviar cualquier crisis el próximo invierno, ya que permitiría importaciones adicionales de GNL en la subregión de Europa central y oriental.
Finalmente, los autores defienden la necesidad de agregar más capacidad de importación de GNL, concluir acuerdos de solidaridad adicionales y fortalecer la acción preventiva y los planes de emergencia antes del próximo invierno.