El artículo “Financing the energy transition the role opportunities and challenges of green bonds”, publicado por Instituto de Oxford de Estudios de Energía, discute los desarrollos actuales y la adopción de instrumentos financieros diseñados para apoyar los esfuerzos de los gobiernos y las empresas en la descarbonización de sus actividades.
Los bonos verdes son un instrumento financiero similar a la deuda, cuyos fondos se utilizan para financiar proyectos o activos sostenibles. Los datos presentados en este estudio muestran que los bonos verdes han experimentado un crecimiento increíblemente fuerte a nivel mundial representando un mercado de 1,5 billones de dólares, a finales de 2021, con emisores por parte de gobiernos, instituciones supranacionales y corporaciones. Particularmente, la emisión de bonos verdes en 2021 duplicó los niveles previos a la pandemia. La investigadora argumenta que este crecimiento notable está impulsado por una mayor transparencia, estandarización y aumento de la demanda por parte de los inversores institucionales. En concreto, la Comisión Europea ha propuesto para su consulta a nivel parlamentario un importante plan para introducir un estándar de bonos verdes basado en la reciente taxonomía de la Unión Europea.
Los resultados indican que los gobiernos, las instituciones financieras y el sector energético son los principales emisores de valores de bonos verdes. Desde 2013 el euro ha sido la moneda de emisión líder a nivel mundial de bonos verdes, lo que refleja el papel de liderazgo de Europa para la transición financiera verde. Entre los emisores corporativos, las empresas energéticas destacan como las pioneras en la adopción de estos instrumentos, motivadas por sus inversiones en infraestructuras de generación de energías renovables. El estudio analiza los incentivos que potencian la emisión de bonos verdes, incluyendo un precio mayor que los bonos ordinarios equivalentes, la diversificación y ampliación de la base de inversores y el fuerte compromiso con estrategias creíbles de descarbonización. En este sentido, se considera que estos incentivos compensan los costes adicionales incurridos por la verificación por terceros y los requerimientos adicionales a nivel de transparencia ligados a los bonos verdes.
Finalmente, el estudio pone de manifiesto que en un futuro próximo los bancos centrales desempeñarán un papel importante en la configuración de la fijación de precios, la adopción de las finanzas verdes y de los bonos verdes, en particular, proporcionando orientación y adaptando sus intervenciones supervisoras y monetarias.