La Comisión Europea acaba de presentar un nuevo estudio en el que evalúa las opciones para establecer una etiqueta verde en toda la Unión Europea con el fin de promover el uso de energía renovable procedente de nuevas instalaciones.
A los consumidores se les debe dotar del conocimiento necesario sobre los productos energéticos verdes y sus características. Una de las herramientas para lograr este objetivo es el uso de etiquetas de energía verde, que proveerán a los consumidores de una información sintetizada y fácil de entender en relación con la sostenibilidad de su energía y qué clase de contribución se está haciendo en la transición hacia un sistema de cero emisiones.
Actualmente existen multitud de etiquetas energéticas en Europa, aunque la mayoría cuentan con cuotas de mercado inferiores al 1%. Las etiquetas analizadas pertenecen generalmente a la energía eléctrica, aunque recientemente ha emergido un número significativo de etiquetas relativas al gas. Estas suelen tener restricciones regionales/nacionales o se caracterizan por estar muy centradas en su producto concreto.
A pesar de que las etiquetas existentes mejoran la información y conocimiento de los consumidores, los investigadores apuntan que resulta preocupante que la proliferación de distintas etiquetas pueda generar confusión entre consumidores y productores.
En este informe se proponen tres opciones para establecer una etiqueta de energía verde de forma transversal, de acuerdo con los requisitos del artículo 19 (13) de la Directiva de Energías Renovables (UE) 2018/2001:
- Nueva etiqueta de la UE: establecimiento de una nueva etiqueta de energía verde que incorpore nuevas características en relación con la ya existente EU Ecolabel. Se utilizaría el mismo sistema de gobernanza que la etiqueta ya mencionada, aunque esta opción requeriría esfuerzos adicionales para su introducción, percepción y aceptación.
- EU Ecolabel: convertir esta etiqueta en la etiqueta de energía verde oficial a nivel europeo. No se necesitaría esfuerzo alguno para cambiar la estructura de gobernanza, aunque sí sería necesario definir los criterios para concederla, así como destinar recursos para su introducción en el mercado.
- Etiquetas verdes existentes: la Unión Europea reconocerá las etiquetas privadas existentes que cumplan con los criterios de gobernanza y de concesión de la etiqueta. Además de reconocer de forma oficial dichas etiquetas, la Comisión Europea deberá proveer apoyo a las marcas para obtener visibilidad y permitirles anunciar su compromiso con la Estrategia energética de la UE, así como su cumplimiento de los requisitos y objetivos europeos.
El informe concluye con que la opción 2 es la preferida, debido a que muestra mejoras marginales con respecto a las alternativas, además de ser la más coherente y eficiente, al construirse sobre una herramienta europea ya existente.
