Una integración más fuerte entre los sectores de la energía puede contribuir a lograr los objetivos climáticos, siempre que los combustibles fósiles sean sustituidos por fuentes de energía renovables. En este sentido, el Instituto Alemán de Investigación Fraunhofer aborda cuáles son los beneficios de las tecnologías y soluciones que conectan los sectores energéticos.
Los beneficios de la integración energética entre sectores son múltiples. En primer lugar, el estudio apunta que una integración más fuerte entre los sectores energéticos puede contribuir a lograr los objetivos climáticos, siempre que los combustibles fósiles sean sustituidos por fuentes de energía renovables (RES). Si bien las RES ya se han desarrollado bien en el sector eléctrico, su despliegue en el sector de la calefacción y refrigeración se está quedando por atrás de las expectativas mientras que los problemas de sostenibilidad han obstaculizado también el desarrollo en el sector del transporte.
En segundo lugar, se destacan las tecnologías de acoplamiento sectorial como mecanismo con elevada contribución a la eficiencia energética (movilidad eléctrica, acero eléctrico, etc.) y, por lo tanto, a la reducción de las emisiones de GEI debido a mejoras de eficiencia. Si bien es cierto que las nuevas tecnologías pueden contribuir a mejorar la eficiencia energética, el informe recuerda que no todas las tecnologías utilizan la electricidad o la biomasa de manera más eficiente que las aplicaciones clásicas.
En tercer lugar, las tecnologías de acoplamiento de sectores pueden aumentar la flexibilidad del sistema energético, lo que puede ser particularmente relevante para sistemas con altos porcentajes de electricidad de base renovable. Sin embargo, el potencial de flexibilidad difiere mucho entre las diferentes opciones y tecnologías.
Por último, el estudio también presenta tres vías o tendencias de acoplamiento sectorial para el futuro. Esto incluye un decidido enfoque en la electricidad como primera vía, un enfoque en el hidrógeno como segunda vía y la transformación del hidrógeno en líquidos u otros combustibles gaseosos como tercera. En este sentido, el uso directo de electricidad es la opción más eficiente desde una perspectiva económica y técnica, mientras que las opciones power-to-gas y power-to-liquid se caracterizan por eficiencias técnicas muy bajas y costes comparativamente altos. Finalmente, la producción de hidrógeno por electrólisis muestra eficiencias técnicas medias, pero requiere construir una infraestructura nueva y costosa.