Un año más, la Agencia Internacional de la Energía lanza la edición del World Energy Investment, su informe anual que detalla las tendencias de inversión en energía a nivel global.
El informe proporciona un punto de referencia global para el seguimiento de los flujos de capital en el sector energético y examina cómo los inversores evalúan los riesgos y oportunidades en todas las áreas del suministro de combustible y electricidad, minerales críticos, eficiencia, investigación y desarrollo, y financiación energética.
Los resultados del informe muestran que, a nivel global, ahora se invierte casi el doble en energía limpia que en combustibles fósiles. Este aumento se atribuye principalmente a mejoras en las cadenas de suministro y a la reducción de costes en tecnologías limpias.
Sin embargo, el estudio advierte sobre grandes desequilibrios en la inversión, especialmente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo fuera de China, ya que representan solo alrededor del 15 % del gasto mundial en energía limpia. Las previsiones no muestran cambios significativos; de hecho, se espera que el valor de la inversión se mantenga constante alrededor del 15 %. Esta cifra está muy por debajo de las cantidades necesarias para garantizar el pleno acceso a la energía moderna y satisfacer la creciente demanda de energía de manera sostenible.
La inversión en energía solar fotovoltaica supera actualmente a todas las demás tecnologías de generación combinadas. El impulso por integrar energías renovables y actualizar la infraestructura existente ha conducido a una recuperación significativa en el gasto en redes y almacenamiento. Después de estancarse alrededor de los 300 mil millones de dólares por año desde 2015, el informe estima que el gasto alcance los 400 mil millones de dólares en 2024, impulsado por nuevas políticas y financiamiento en Europa, Estados Unidos, China y partes de América Latina.
En 2024, se espera que la inversión total en energía en todo el mundo supere los 3 billones de dólares. Se estima que unos 2 billones de dólares se destinen a tecnologías limpias como las energías renovables, los vehículos eléctricos, la energía nuclear, las redes, el almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones, las mejoras de la eficiencia energética y las bombas de calor. El informe anual también resalta que, a medida que la era de los préstamos baratos llega a su fin, ciertos tipos de inversión pueden verse frenados por los mayores costos financieros.
El informe de este año incluye una nueva sección regional que cubre 10 economías y regiones importantes. También evalúa los esfuerzos adicionales necesarios para cumplir los objetivos de la COP28: abandonar los combustibles fósiles, triplicar la capacidad renovable y duplicar la tasa de mejoras en la eficiencia energética para 2030.