Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la economía circular en la construcción

La gestión de materiales representa hasta dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, siendo la economía circular una vía prometedora para reducirlas de manera significativa. El nuevo enfoque metodológico propuesto por la European Environmental Agency en su informe “Cutting greenhouse gas emissions through circular economy actions in the building sector” ayuda a identificar los esfuerzos circulares que pueden contribuir a reducir las emisiones en el sector de la construcción.

Desde 1990, la labor conjunta llevada a cabo por los países europeos ha permitido reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, lograr la neutralidad climática para 2050 requiere de estrategias de mitigación climáticas adicionales y duraderas. Prueba de ello es que hoy en día la transformación de la economía europea en una economía cada vez más circular es una realidad.
Mejorar la circularidad y aumentar la eficiencia de la gestión de materiales puede adoptar muchas formas, desde extender la vida útil del producto y reducir las pérdidas de material, hasta la sustitución de materiales intensivos en gases de efecto invernadero por aquellos con menores emisiones. No obstante, al decidir qué acciones de economía circular priorizar e integrar en políticas y medidas orientadas al clima, los países y las empresas deben conocer los beneficios asociados y las reducciones de emisiones de las acciones individuales de economía circular.
Los resultados del estudio apuntan que, en el sector de los edificios, las acciones de economía circular pueden conducir a reducciones de hasta un 61% en los gases de efecto invernadero relacionados con los materiales emitidos a lo largo de los ciclos de vida de los edificios. En concreto, se ha demostrado que las cuatro fases que componen el ciclo de vida de un edificio (diseño, producción, consumo y demolición y gestión de residuos) ofrecen oportunidades para reducir sustancialmente las emisiones.
Sin embargo, el mayor potencial se encuentra en la fase de producción ya que se podría obtener un 16% de reducción de emisiones mediante el uso de tipos de cemento innovadores. Por otro lado, la fase de diseño, clave para reducir las emisiones en nuevos edificios, representa una reducción del 12% gracias a una correcta especificación de los materiales en los planos de construcción. De todas maneras las acciones de circularidad se centran directamente en hacer que los flujos de acero y cemento sean más eficientes, ya que constituyen algunos de los materiales más intensivos en emisiones utilizados en el sector de la construcción.

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