Este nuevo informe de la Florence School of Regulation aborda el discurso sobre la protección de las infraestructuras energéticas marinas y la resiliencia de los mercados energéticos europeos.
La explosión del oleoducto Nord Stream, en septiembre de 2022, y los daños al oleoducto Conector Báltico, en el verano de 2023, han subrayado la imperiosa necesidad de proteger las infraestructuras energéticas marinas. Estos incidentes tienen el potencial de perturbar de manera significativa los mercados energéticos europeos, afectando tanto al sector eléctrico como al del gas.
A través de una revisión exhaustiva de las principales iniciativas de la Unión Europea y la OTAN, el informe señala que, a pesar de los avances en iniciativas y marcos legales, la protección de la infraestructura energética crítica enfrenta desafíos importantes. En este contexto, se propone integrar medidas de protección y vigilancia de las infraestructuras energéticas marinas conectadas a la red en la Estrategia Europea de la Cuenca Marítima. De modo que esta estrategia permitiría reforzar la cooperación e innovación en varias zonas marítimas europeas, priorizando el desarrollo de la energía eólica marina y mejorando las conexiones interestatales mediante cables marítimos y gasoductos.
Otro de los aspectos claves que apuntan los investigadores, para mejorar la protección de la infraestructura crítica, es la necesidad de desarrollar un enfoque coordinado a nivel europeo, especialmente en el contexto de la ciberseguridad. Esto se vuelve esencial dado el creciente uso de herramientas digitales para la gestión eficiente de la infraestructura y el flujo de energía. Así pues, se sugiere vincular los esfuerzos voluntarios en la protección de las energías marinas con mecanismos de seguros contra riesgos y soluciones de respaldo para la infraestructura existente con el objetivo de aumentar la eficacia del monitoreo y la vigilancia.
Finalmente, se aboga por que las iniciativas políticas recientes, tanto dentro de la Unión Europea como en la alianza transatlántica, refuercen la cooperación interestatal con el objetivo de salvaguardar la infraestructura marítima. El informe concluye delineando los principales desafíos asociados con la protección de la infraestructura crítica y ofrece información sobre posibles respuestas políticas.