Al doble desafío de reducir las emisiones de los combustibles fósiles y proporcionar acceso a una energía limpia y asequible, se le une la necesidad de garantizar en todo momento un acceso justo y equitativo a los recursos y las tecnologías. El monográfico, “Energy justice in the transition to low carbon energy systems: Exploring key themes in interdisciplinary Research”, ofrece perspectivas críticas sobre la transición energética, así como herramientas para la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas.
En las últimas décadas, la justicia energética se ha convertido en un tema transversal dentro de la investigación de las ciencias sociales que busca aplicar los principios de la justicia a la política energética, la producción y los sistemas energéticos, al consumo de energía, a la seguridad energética y al cambio climático. Por lo tanto, según se desprende del monográfico, si se quiere abordar la injusticia, el primer paso consiste en identificar el problema (distribución), a continuación, en detectar a quién afecta esta problemática (reconocimiento) y, solo entonces, es posible diseñar las estrategias para la remediación (procedimiento). En esencia, abordar “qué, quién y cómo”. Así pues, las cuestiones de distribución, reconocimiento y proceso, como se destaca en el marco de la justicia energética, pueden encuadrarse y aplicarse en todos los componentes del sistema energético y en relación con diversos actores y políticas.
Entre las principales conclusiones del monográfico se destaca el campo de la justicia energética como un escenario en rápido crecimiento, en el que la combinación de múltiples métodos (cuantitativos, cualitativos y mixtos) resultan fundamentales para contribuir a una correcta identificación y comprensión de los problemas, así como al éxito de las posibles respuestas. Al mismo tiempo, se identifica la innovación sistemática como elemento facilitador de nuevas estructuras, procesos y métricas que permitirán guiar la toma de decisiones y ofrecer una visión más holística de la comunidad emergente en la que la aceptación, la movilización y el empoderamiento abrirán posibilidades para una transición justa hacia un sistema de energía bajo en carbono. Además, se resalta la necesidad de unas políticas y procedimientos que otorguen mayor protagonismo a la comunidad como actor energético clave de la transición energética justa. Finalmente, como área emergente de investigación en un sistema energético dinámico y en evolución, los autores también resaltan la importancia de introducir un enfoque interdisciplinario entre las ciencias sociales y las ciencias naturales, así como la implementación de la ingeniería apoyada por datos científicos y experimentales para desarrollar una complementariedad teórica y conceptual que facilite la transición.