Efectivamente, las políticas energéticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son importantes para lograr con éxito una economía descarbonizada. Así lo demuestran los resultados de la investigación llevada a cabo por la profesora Donatella Baiardi titulada Do sustainable energy policies matter for reducing greenhouse gas emissions?, centrada en la efectividad de las políticas de promoción de las renovables y la eficiencia energética.
El objetivo principal de esta investigación consiste en evaluar el impacto de dos políticas de energía sostenible –el fomento de las energías renovables y de la eficiencia energética– en las emisiones al aire para el caso italiano durante la década 2005-2015. Según indica el informe, dentro del conjunto de países con mayores ingresos establecido por la OCDE, Italia es el tercer país con mejores resultados, tanto en términos de medidas de energía renovable como de eficiencia energética. Desde 2009, Italia ha experimentado un crecimiento extraordinario en el sector de las energías renovables, indicando que se encuentra en camino de superar su objetivo del 17% para 2020. En cambio, en lo que hace referencia a les emisiones de efecto invernadero, Italia se emplaza en la octava posición de los países con mayores niveles de emisiones de la OCDE y el cuarto mayor en la Unión Europea. Y es que el sector energético es el principal contribuyente a las emisiones nacionales totales de emisiones de efecto invernadero (GEI) con una participación igual al 82,4% en 2012.
La investigación apunta que las políticas orientadas a promover las energías renovables son las más efectivas en términos de objetivos climáticos, especialmente cuando se implementan a escala local. Esto demuestra que las políticas energéticas dependen de circunstancias territoriales específicas, mostrando diferentes grados de efectividad en términos de estimulación del despliegue.
Ahora bien, el estudio revela que las políticas de eficiencia energética por sí solas no son efectivas, ya que contribuyen a reducir la contaminación del aire solo cuando se implementan junto con otras orientadas a fomentar las energías renovables. Si bien es cierto que las políticas de eficiencia energética son una prioridad dentro de la Unión Europa, dado que juegan un papel clave en la reducción de los costes de energía, las emisiones y su impacto en el medio ambiente, su implementación se encuentra aun con numerosos obstáculos que superar en todos los sectores, y únicamente se aplican en mayor medida en las ciudades del norte de Italia. Baiardi resalta que el éxito de estas políticas depende del tipo de contaminante a reducir.
Por último, la investigadora plantea que las políticas fiscales anti cíclicas implementadas para combatir la crisis económica, junto con las reducciones de emisiones debido a una actividad económica más lenta, han ayudado a reforzado el efecto de las políticas energéticas sobre el medio ambiente.