A nivel europeo existe el convencimiento de que la innovación en el ámbito energético constituye uno de los principales componentes a la hora de avanzar hacia un modelo energético caracterizado por un reducido volumen de emisiones de gases de efecto invernadero, una mayor seguridad de suministro, todo ello sin erosionar la competitividad económica. En este sentido, la política energética puesta en práctica a nivel comunitario en estos últimos años ha incorporado la innovación como uno de sus ejes prioritarios. Dados los indudables efectos macroeconómicos que conlleva todo proceso de innovación y cambio tecnológico son muchas las aproximaciones empíricas que se han venido desarrollando para su cuantificación. El presente informe, “Policy-induced energy technological innovation and finance for low-carbon economic growth”, encargado por la Comisión Europea realiza una revisión y síntesis de todos estos modelos tratando de identificar sus posibles carencias.
El objetivo principal de este estudio radica en intentar mejorar el funcionamiento de los modelos existentes e identificar cómo interactúan las políticas públicas con la innovación y con el cambio tecnológico y qué efectos tienen a nivel a macroeconómico. Para ello se plantea analizar la base teórica en que se fundamentan estos modelos respecto la innovación y detectar qué falta en estos modelos para explicar de mejor manera los drivers y las barreras a la innovación en el sector energético.
En cuanto al enfoque teórico, el estudio encuentra dos principales ramas que enmarcan el análisis de la innovación desde la perspectiva de un mercado en equilibrio o en no-equilibrio. En el primer caso, las señales de precios permiten llegar hasta el equilibrio y las políticas sirven para corregir los fallos de mercado. En el segundo enfoque no existe un equilibrio ideal, de forma que las políticas sirven para intervenir en los procesos de mercado con la finalidad de conseguir un mejor resultado o una nueva trayectoria económica. Los resultados que estos modelos sugieren sobre el impacto económico de las políticas para la descarbonización de la economía divergen entre sí.
Por otro lado, el estudio revela que cada una de las etapas del proceso innovador requiere de diferentes políticas. Al mismo tiempo, también se afirma que el ajuste entre políticas market push y technolgical pull en cada uno de los extremos del proceso de innovación, aparte de permitir cumplir con los objetivos de la política, es la única vía para que las innovaciones consigan superar lo que se denomina el “valle de la muerte” del proceso innovador entre el laboratorio y el uso generalizado.
En cuanto a las mejoras que se pueden incluir en los modelos para que representen las políticas para la innovación y el cambio tecnológico en el ámbito energético, concluye que no es posible incluir la sincronización de políticas entre tecnología y mercado porque no se consigue una representación completa de las distintas etapas del proceso innovador. En este sentido los autores recomiendan incluir una mejor representación de los sistemas de innovación tecnológica, de los mercados financieros y su comportamiento, y de los instrumentos de política energética y medioambiental que impactan sobre la innovación.