El artículo publicado por la International Renewable Energy Agency (IRENA) ofrece recomendaciones dirigidas a responsables de políticas energética y comercial para promover el desarrollo del mercado internacional y el comercio del hidrógeno renovable y sus derivados.
El hidrógeno y sus productos derivados, como el amoníaco, metanol y queroseno sintético de fuentes renovables resultan relevantes en la transición energética y, en particular, en la descarbonización de sectores difíciles de electrificar. Esto incluye la industria de materias primas (como la producción de productos químicos, fertilizantes, refino y acero) y el transporte pesado (marítimo y aéreo). IRENA estima que su uso puede representar alrededor del 14% del consumo final de energía para 2050.
Además, la distribución de los recursos de energía renovable implica que puede resultar más barato producir estos productos en algunas áreas geográficas. Por lo tanto, muchas economías y regiones tienen una gran oportunidad para desarrollar mercados internacionales y el comercio de estos productos. En este contexto, el informe sugiere la necesidad de medidas que faciliten y fomenten los mercados internacionales del hidrógeno y los productos básicos derivados del hidrógeno renovable. Estas disposiciones están basadas en tres dimensiones: físicas, institucionales y sociales.
Los facilitadores físicos se refieren al despliegue de infraestructura esencial, como generadores de energía renovable, plantas de producción de hidrógeno e instalaciones de producción de materias primas derivadas. También incluyen las infraestructuras para el almacenamiento, transporte, distribución y entrega de hidrógeno y materias primas derivadas. Según los investigadores las políticas deben promover la infraestructura de distribución como medio para garantizar el acceso al mercado para los productores y considerar cómo los consumidores accederán a los productos comercializados.
Los facilitadores institucionales, por su parte, comprenden principalmente las normas de política que los gobiernos y los reguladores pueden utilizar para apoyar el desarrollo del mercado. En particular, se encuentran dentro de esta categoría los aranceles de importación, los regímenes tributarios y los instrumentos de fijación de precios del carbono, las normas y la certificación, el apoyo gubernamental y las adquisiciones. En esta línea, el reporte propone calibrar el apoyo y las adquisiciones gubernamentales para facilitar la demanda, reducir el riesgo de compras e impulsar el desarrollo de la cadena de suministro.
Los facilitadores sociales, por último, abarcan las consideraciones adicionales y los posibles beneficios que puede generar el comercio de productos derivados del hidrógeno. Se incluyen la industrialización y el crecimiento sostenibles, junto con la creación de empleo asociada. Se refieren también a la participación de la comunidad y otros medios para alentar la aceptación social del desarrollo energético, así como al desarrollo de habilidades y medidas educativas más amplias para permitir que los ciudadanos se beneficien del crecimiento del mercado.
Finalmente, los autores subrayan que la coordinación internacional y el diálogo entre los gobiernos y el sector privado son imprescindibles para lograr eficiencias y acelerar la expansión global del hidrógeno renovable y sus derivados. Asimismo, la cooperación internacional también puede brindar estabilidad política y mejorar la seguridad de las inversiones, creando un mercado mundial para el hidrógeno renovable y los productos derivados.
