¿Cómo deberían reformarse los mercados mayoristas de electricidad en Europa? El artículo “The wholesale electricity market: from crisis to net zero” publicado por el Centre on Regulation in Europe aborda esta pregunta en el contexto de la actual crisis y la transición a un modelo libre de emisiones.
La investigación defiende que, en el contexto de crisis inmediata actual, los cambios a corto plazo en el mercado único de la electricidad no deben perjudicar su funcionamiento continuo a largo plazo y amenazar el papel central que debe desempeñar en un sistema de energía limpia en Europa. Además, en opinión de los autores, es esencial mantener y profundizar la solidaridad en el mercado eléctrico europeo como principio central para la salida de la crisis actual y como estrategia a largo plazo. El artículo argumenta que es fundamental evitar decisiones aisladas que socaven la solidaridad y la integración del mercado.
El artículo expone varios principios a seguir para orientar la futura regulación del mercado europeo de la electricidad. En primer lugar, se argumenta que reducir la demanda de gas es clave para reducir los precios de la electricidad puesto que reducir la demanda de electricidad tiene un efecto desproporcionado en los precios (cada reducción del 1% en la demanda reduciría los precios en el orden del 5-10%). En segundo lugar, el artículo apuesta porque la generación baja en carbono debería trasladarse a contratos de precio fijo a largo plazo. Además, el articulo remarca que la firma de contratos a largo plazo de electricidad verde por parte del estado debería ser una prioridad. Por otra parte, el artículo argumenta que los precios marginales regulados al por menor deben reflejar los precios al por mayor para incentivar la inversión en eficiencia energética. En este contexto los autores también manifiestan la necesidad de eliminar los obstáculos reglamentarios a la generación adicional con bajas emisiones de carbono y los impuestos distorsionadores sobre la producción marginal de electricidad.
Los autores reconocen que estas propuestas para la reforma del mercado de la electricidad son viables, pero no abordarán la magnitud de la crisis energética en el plazo requerido, aunque sí aportarían beneficios tangibles. Tales cambios tendrían que considerarse a mediano plazo en el contexto del camino hacia los objetivos climáticos de 2030 y 2050.