El keynote speaker de la tarde, Andris Piebalgs, abordó los aspectos críticos que nos deben permitir acelerar la transición energética subrayando que Europa necesita claridad y previsibilidad en su política industrial.
Por la tarde, Andris Piebalgs, excomisario europeo de Energía y de Cooperación Internacional, analizó la evolución del modelo energético europeo en los últimos años. Tras exponer datos sobre la reducción de emisiones, el crecimiento del PIB y el incremento de los precios de la energía destacó la necesidad de acelerar la electrificación y consolidar un mix energético bajo en carbono para avanzar en la transición energética, y subrayó que Europa necesita claridad y previsibilidad en su política industrial.
En su intervención puso de manifiesto la importante reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en el sector energético, que ha reducido sus emisiones en un 27,4% respecto a 1990, el transporte doméstico, con una reducción del 23,8%, o el propio sector industrial que ha sido capaz de disminuir sus emisiones en un 20%. Una muestra inequívoca del compromiso sectorial y los avances tecnológicos que nos han permitido avanzar en la senda de descarbonización. En su intervención destacó la relevancia económica de Europa, que representa en estos momentos el 17% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, una sólida base para garantizar su competitividad en las próximas décadas en un contexto de creciente preocupación por los costes energéticos y su impacto.
En este contexto energético, Andris Piebalgs, destacó los avances que se han producido en el proceso de electrificación y de descarbonización de la economía de la mano de las energías renovables. En su intervención abordó las perspectivas del hidrógeno renovable y los gaps de costes económicos existentes, en los que la intervención pública ocupa un papel protagonista.
La parte final de su intervención se centró en los aspectos críticos claves para acelerar la transición energética, poniendo especial énfasis en el proceso de electrificación y los sectores productivos con unas emisiones de carbono de difícil abatimiento donde las tecnologías de captura, uso y almacenamiento de carbono son clave. Todo ello sin olvidar a las moléculas renovables – hidrógeno renovable y biocarburantes -.
