El artículo publicado por el Journal of Cleaner Production destaca la ecoinnovación como palanca clave para la sostenibilidad, especialmente en pequeñas y medianas empresas.
Los investigadores analizan cómo la sostenibilidad se manifiesta en términos de ecoinnovación, considerando las diferencias geográficas en Europa, ya que los contextos institucionales y tecnológicos de cada región influyen en los resultados. En particular, se enfocan en las pequeñas y medianas empresas (PYME), que representan entre el 95% y el 99% de las empresas, el 50% y el 60% del empleo, y el 30% y el 50% del volumen de negocio en la región, lo que las convierte en actores cruciales para las políticas de sostenibilidad medioambiental.
El estudio aborda los llamados “modos de innovación empresarial“, es decir, aquellas prácticas típicas que adoptan los distintos tipos de empresas en función de su acceso a recursos, competencias y capacidades dentro y fuera de la organización. Los autores identifican dos modos clave: basado en la ciencia y la tecnología (STI) y el aprendizaje mediante la práctica, el uso y la interacción (DUI). También se definen cuatro macrorregiones en Europa: Europa del Norte, Europa Mediterránea, Europa Central y del Este, y la región Báltica.
Los resultados indican que en Europa Mediterránea y Europa Centro Oriental las empresas no adoptan ningún conductor DUI. Por lo tanto, en estos países resulta esencial promover programas de promoción centrados en reforzar la formación, el trabajo en equipo y la colaboración con proveedores y compradores. En cambio, las empresas que introducen impulsores de STI parecen ser más eficaces. En estas fases iniciales, es más probable que la I+D externa y la colaboración con las universidades produzcan mejores resultados que una elevada inversión en I+D interna, que suele requerir una mayor capacidad de absorción.
En los países bálticos, la modalidad de STI es sustancialmente más eficaz, por lo que puede reforzarse apoyando a las empresas que aún no la han adoptado. En este caso, la colaboración con universidades y los centros de investigación pueden contribuir a ampliar el impacto de los impulsores de la STI, así como a fomentar la adopción de I+D interna y externa mediante incentivos y subvenciones.
Por último, el artículo resalta una contribución valiosa a la bibliografía de la ecoinnovación, ofreciendo un análisis de los mejores conjuntos de prácticas y los impulsores internos y externos. Este enfoque complementa estudios previos que se centraban en factores como la demanda, la tecnología o la regulación, proporcionando nuevas perspectivas sobre la efectividad de los modos de innovación empresarial en la ecoinnovación de productos y procesos.