Preguntas clave e incertidumbres de la transición energética

La publicación de los economistas Jorge Blázquez y Spence Dale, en la última edición de Papeles de Energía, trata de dar respuestas a preguntas tan claves como cuánta energía necesitará el mundo para satisfacer sus crecientes necesidades, qué papel tendrán las distintas energías o qué mecanismos habilitadores serán necesarios para alcanzar una transición rápida y justa hacia un sistema descarbonizado.

El objetivo final está más que definido, alcanzar una economía descarbonizada de aquí al 2050, ahora bien, el camino que permitirá una transición hacia sistemas económicos más sostenibles está plagado de retos y oportunidades.

Los autores del estudio lanzan un mensaje clave: el mundo afronta un doble desafío, por un lado, necesita más energía para apoyar un crecimiento continuado y próspero, al tiempo que reduce las emisiones de carbono lo más rápido posible, a través de un cambio significativo en la composición de tecnologías en el mix energético. Pero las certezas sobre el futuro de la energía terminan aquí. Según se desprende del informe, todavía existen una serie de interrogantes por responder ­–cuál es la velocidad idónea de esta transición, cuál es el papel de las diferentes energías, qué sectores van a necesitar más energía, o dónde se va a consumir la energía–.

Con el propósito de dar respuesta a estas preguntas y comprender mejor las dudas que rodean a la transición energética, el estudio emplea un escenario de Transición en Evolución que describe el camino del sistema energético durante el periodo 2017-2040 si las políticas, la tecnología y las preferencias sociales evolucionan de manera rápida y consistente con el pasado reciente. De acuerdo con estos supuestos de partida, se prevé que la demanda de energía aumentará en un tercio hasta 2040, crecimiento explicado principalmente por la mayor prosperidad en países en desarrollo. En este contexto de mayor demanda, el informe manifiesta que las tecnologías renovables penetrarán en el sistema energético más rápido que cualquier otro combustible en la historia. Sin embargo, este rápido crecimiento no es suficiente para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y, por lo tanto, se apunta a que las emisiones de carbono continuarán creciendo.

Según resaltan los autores del estudio, es necesario alcanzar una transición mucho más rápida. Para ello será fundamental identificar aquellos sectores con un mayor potencial de reducción de emisiones de carbono en los próximos 20 años y diseñar un amplio abanico de instrumentos que combinen precios de CO2 con otras medidas regulatorias más específicas, al menos a corto plazo.

El informe concluye indicando que, aunque las renovables seguirán experimentado un crecimiento sin precedentes, es más que probable que coexistan muchas fuentes de energía primaria durante años (el petróleo y el gas natural seguirán representando el 50% de la energía primaria total consumida en 2040), por lo que seguirá siendo necesario destinar recursos para desarrollar otras tecnologías que permitan descarbonizar el resto del sistema energético (en especial el hidrógeno y la captura, almacenamiento y utilización de CO2).

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