El artículo estudia la capacidad de fabricación de tecnologías verdes por regiones, para conocer en qué posición se encuentra Europa en la carrera tecnológica mundial.
Asegurar una ventaja competitiva en la fabricación de tecnologías limpias se ha convertido en una prioridad para Europa. Prueba de ello es la publicación reciente del Plan Industrial Green Deal y sus piezas regulatorias como la Ley de Industria Neta Cero o la Ley Europea de materias primas críticas. Sin embargo, las cifras muestran la poca participación de la industria europea en tecnologías limpias. Al contrario que China, que mantiene una posición dominante.
El estudio “Cleantech manufacturing: where does Europe really stand?” pone de manifiesto que la capacidad manufacturera europea, en lo que a los componentes de la energía solar fotovoltaica se refiere, está muy lejos de satisfacer las necesidades de despliegue. Los países de la Unión Europea instalaron 41,4 GW de nueva capacidad solar fotovoltaica en 2022, mientras que los fabricantes de la Unión Europea solo produjeron 1,7 GW de obleas, 1,37 GW de células y 9,22 GW de módulos, cubriendo solo el 4 %, el 3 % y el 22 % de las necesidades de despliegue solar, respectivamente. En cambio, la Unión Europea se encuentra bien posicionada en cuanto a capacidad de fabricación de tecnología eólica.
Los autores concluyen que no tiene mucho sentido establecer el objetivo del 40% de fabricación, como se propone en la propuesta de Ley, para todos los componentes de tecnologías verdes, dado las diferencias actuales en capacidades productivas. Para los paneles solares, alcanzar este objetivo sería muy desafiante y probablemente muy costoso, mientras que para otras tecnologías, incluidas las turbinas eólicas y las baterías, sería mucho más fácil. Asimismo, remarcan la importancia de establecer un marco de actuación robusto que facilite la movilización del capital privado como punto fuerte a la hora establecer una industria europea verde competitiva.
