Las redes energéticas europeas, tal como las conocemos, van a ir mutando como consecuencia del cambio de las fuentes de energía convencionales a las renovables, la creciente cooperación entre las redes de energía europeas en el marco del proceso de integración y acoplamiento de los mercados y la integración de elementos inteligentes en las redes, no únicamente en su operación y gestión. Sin duda grandes desafíos para los operadores de redes, por un lado, pero también para las autoridades nacionales reguladoras que deben ser capaces de definir e implementar marcos regulatorios capaces de dar respuesta a los retos planteados, aportando las oportunas señales económicas. El reciente informe Regulatory Framework for European Energy Networks elaborado por el Council of European Energy Regulators (CEER) trata de aportar una visión general de estado de la regulación de las redes energéticas.
Existe una variación considerable en el número, tamaño y estructura de los operadores de redes de electricidad y gas en toda Europa. Sin embargo, los operadores de redes son considerados universalmente como monopolios naturales que requieren la regulación de las autoridades reguladoras nacionales para garantizar la libre competencia entre todos los agentes del mercado y evitar la pérdida del bienestar de los consumidores. Además, un sistema regulatorio también establece estándares para los operadores de red regulados y para los posibles inversores de las propias redes. Con la finalidad de proporcionar una visión general de los marcos regulatorios aplicados en los distintos Estados miembros, el Council of European Energy Regulators (CEER) acaba de presentar su informe Regulatory Framework for European Energy Networks.
En concreto, el informe proporciona una descripción amplia de las prácticas regulatorias vigentes, el cálculo de la tasa de rentabilidad, la determinación de la base de activos reguladores (Regulatory Asset Base (RAB)) y la depreciación de los activos en los diferentes sistemas regulatorios. Todos estos componentes permiten obtener una primera impresión de las condiciones del sistema para posibles inversiones en redes de electricidad y gas en Europa.
Según se desprende del último informe elaborado por CEER, las principales características de los sistemas reguladores de redes de electricidad y gas en la mayoría de los Estados miembros de la UE son las siguientes:
- Los países tienen diferentes características en sus respectivos sistemas regulatorios, que deben ser considerados. A pesar de las diferencias en el sistema regulatorio y la situación específica en cada país, ningún régimen regulatorio puede considerarse como un sistema independiente con instrumentos reguladores exclusivos.
- Para el método de valoración de activos, el WACC (Weighted Average Cost of Capital) es el método preferido entre los distintos estados miembros. Mientras que el WACC real es utilizado para el cálculo de la rentabilidad de los activos reevaluados, el WACC nominal se emplea para los activos en valores históricos.
- Entre las distintas autoridades regulatorias nacionales se observan diferentes variaciones en el RAB dado que puede estar compuesto por varios componentes (activos fijos, activo circulante o construcciones en curso). Así como casi todas las autoridades regulatorias incluyen los activos fijos en el RAB, con respecto al capital circulante, más de la mitad de las autoridades no lo incluyen en el cómputo del RAB, o utilizan una noción derivada, dependiendo de si se considera al operador del sistema de electricidad o gas.
- Para un análisis en mayor profundidad de las condiciones de inversión, se recomienda examinar más de cerca otros parámetros fundamentales como los costos por unidad, la participación de CAPEX, los gastos totales (TOTEX) o la consideración de los costos totales.