Jorge Sanz, Presidente de la Comisión de Expertos de Transición Energética presentó las principales conclusiones del Informe elaborado por la Comisión que preside, por encargo del Gobierno de España.
Ante más de 60 asistentes, Sanz presentó los principales resultados del informe que recientemente ha visto la luz, dentro del programa de Seasonal Seminars de Funseam, centrándose en las propuestas encaminadas a avanzar hacia una fiscalidad medioambiental.
El mes de julio de 2017, el Consejo de Ministros acordó la creación de una Comisión de expertos encargada de la elaboración de un informe en el que se analizaran las posibles propuestas que permitan contribuir a la definición de la estrategia española para la transición energética, con el objetivo de avanzar en la estrategia de descarbonización a seguir por parte de nuestra economía.
Esta Comisión de expertos, bajo la Presidencia de Jorge Sanz, acaba de presentar el informe en el que se analizan las posibles propuestas de política energética, el impacto económico y ambiental. Cuestiones como los escenarios energéticos de futuro, el funcionamiento de los mercados eléctricos a la hora de ofrecer las oportunas señales a la inversión, los principios fiscales a incorporar en aras de avanzar en una fiscalidad medioambiental eficiente, la movilidad sostenible o el papel de los consumidores en todo este proceso, han sido objeto de detallado análisis.
A lo largo de las más de 500 páginas que componen el Informe, a partir de la elaboración de dos escenarios – 2030 y 2050 – con sus correspondientes sensibilidades y bajo diferentes supuestos, se presentan propuestas de actuación en ámbitos tan diversos como la fiscalidad o la metodología tarifaria, el funcionamiento del mercado, la eficiencia energética o el papel del consumidor.
Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos radica en la transformación que debe llevarse a cabo en el sistema energético español para alcanzar el objetivo de una economía descarbonizada en el horizonte de 2050, de manera eficiente y asegurando la competitividad y la seguridad de suministro. Como bien pone de manifiesto el Informe elaborado por la Comisión de Expertos, esta tarea no es nada fácil, en la medida que todo análisis de futuro se encuentra sujeto a múltiples incertidumbres. Incertidumbres de naturaleza tecnológica, condicionadas por los resultados de la innovación y la irrupción de nuevas soluciones tecnológicas que por su carácter disruptivo nunca se producen de forma lineal en el tiempo sino más bien de forma exponencial.
Incertidumbres económicas, en las que la prudencia y la gestión del riesgo deben guiar el proceso de transición siendo del todo necesario que se aporten las señales de precios correctas tanto a las empresas como a los consumidores. Todo ello sin perder de vista que la transición debe ser vista como una oportunidad para la creación de riqueza y empleo.