La mesa que cerró esta X edición del Simposio Empresarial Internacional contó con la participación de Berta Cabello, Ana Quelhas y Carlos Ayuso. Moderada por Alberto Amores, los ponentes presentaron los diferentes enfoques a la aplicación de soluciones circulares para la descarbonización.
El socio de Monitor Deloitte, Alberto Amores, expresó la importancia del mensaje que lanzan los ponentes a los reguladores sobre la necesidad de que la iniciativa empresarial vaya acompañada del apoyo en la definición de marcos regulatorios que permitan promover la descarbonización de usos finales de la mano de soluciones circulares.
Berta Cabello, responsable de Transformación de Refino de Repsol, explicó cómo trabajan en la compañía para hacer efectiva su estrategia de 0 emisiones netas en 2050. En este proceso de transformación introducen la economía circular para crear cadenas de valor local que, además de potenciar el desarrollo de zonas rurales, ofrece una mayor seguridad de suministro. En Repsol trabajan con residuos sólidos urbanos, plásticos y residuos de agricultura y ganadería para producir combustibles sintéticos: “utilizaremos carbono residual para solucionar dos problemas en paralelo. Por un lado, transporte sin impacto y por otro, gestión de residuos con criterios de sostenibilidad”. Cabello también defendió que hace falta mucha tecnología para llegar a la descarbonización, porque todas las alternativas contribuyen: “creemos que todas las tecnologías pueden aportar algo y por eso tenemos un plan multi tecnología y multi materia prima, con alianzas con socios estratégicos en toda la cadena de valor. A pesar de las incertidumbres, no nos paramos. Queremos estar preparados cuando llegue el momento”. En este ámbito, la representante de Repsol se refirió a la biometanización de los purines, que ya cuenta con tecnología comercial, aunque hace falta un apoyo regulatorio que la haga despegar.
En EDP Renováveis solo invierten en tecnologías renovables y una de estas tecnologías es el hidrógeno, que cuenta con una unidad de negocio específica dentro de la compañía. Aunque la tecnología del hidrógeno no es nueva, la descarbonización está ahora acelerando su implantación en sectores tradicionalmente vinculados a los combustibles fósiles. Según detalló Ana Quelhas, directora de Hidrógeno de EDP Renováveis, “el objetivo es descarbonizar usos que difícilmente se pueden descarbonizar de otra manera. Donde hoy se está utilizando hidrógeno gris como materia prima, hay que cambiar a hidrógeno renovable. Una solución plug and play, por la facilidad de adaptación de un sistema a otro”. A preguntas de los asistentes a la sesión, Quelhas comentó que la principal barrera para la introducción del hidrógeno es la falta de competitividad ya que todavía es más caro que su alternativa fósil. Por eso no hay mercado: “hay que crear un entorno regulatorio y políticas públicas que nos permitan seguir por este camino. Igual que se hizo con la solar y la eólica hace 25 años”.
Por su parte, Carlos Ayuso, director de Desarrollo de Tecnología y New Ventures de Cepsa, defendió la necesidad de pasar del modelo de economía lineal a la circular, pero destacó que todavía existen dificultades a la hora de reutilizar determinados productos “aunque estamos en el camino para reutilizar mejor, todavía estamos en un 40%-50% de reciclado, es una cifra baja, hay que mejorarla. Algunos residuos tienen uso energético pero una gran parte todavía acaban en los vertederos”. Ayuso apuntó que, a menudo, el problema radica en la separación, ya que se mezclan residuos muy heterogéneos, muy distintos entre sí. La alternativa puede ser el reciclaje químico, que facilita procesos y permite obtener una especie de crudo sintético que es posible reutilizar en las refinerías, ahora llamadas Energy Parks -instalaciones que aglutinan las palancas de descarbonización y de transición energética. Durante su intervención defendió los biocombustibles y el hidrógeno como solución a la descarbonización del transporte pesado, pero la clave será sin duda la entre empresas públicas y privadas: “las administraciones ya tienen problemas para gestionar los residuos. Con esta colaboración, se ahorrarían costes, además de desarrollar una cadena logística más cerca del residuo, que puede transformarse en productos intermedios, sólidos o líquidos, más fáciles de transportar”. Para finalizar, insistió en la necesidad de contar con un marco regulatorio claro, para facilitar la evolución de proyectos que son muy a largo plazo.