El estudio “Ukraine Invasion: What This Means for the European Gas Market”, publicado por el Instituto de Oxford de Estudios de Energía, analiza los principales impactos de la invasión rusa de Ucrania en el mercado europeo de gas.
Los autores exponen que la invasión de Ucrania por las fuerzas rusas ha provocado fuertes aumentos en los precios del gas en Europa y en todo el mundo. Las importaciones vía gasoducto desde Rusia ya comenzaron a caer en el último trimestre de 2021 y disminuyeron aún más en enero y la mayor parte de febrero de este año, de modo que la reducción se dio meses antes de la invasión. Los autores explican que esta reducción se origina porque la compañía Gazprom sólo cumplía con las nominaciones bajo contratos a largo plazo y no ofrecía ningún volumen en sus plataformas de venta electrónica. Por lo tanto, los compradores europeos redujeron significativamente sus nominaciones en enero y la mayor parte de febrero, ya que los precios mensuales en virtud de sus contratos con Gazprom eran mucho más altos que los precios diarios de los hubs, lo que frenó el incentivo para tomar volúmenes de contratos.
Por el contrario, los autores apuntan que tan pronto como comenzó la invasión, los precios diarios saltaron bruscamente, haciendo que el precio más bajo de los contratos mensuales pareciera muy atractivo. Ante este contexto, las importaciones de GNL en Europa han aumentado en los últimos tres meses, compensando en gran medida los menores flujos rusos. Además, el estudio puntualiza que la situación actual del mercado debe entenderse en el contexto de stocks bajos desde el verano de 2021 condicionados por las bajas tasas de inyección en almacenamientos.
Finalmente, el estudio analiza posibles escenarios de fututo ligados al conflicto bélico. En un escenario hipotético en el que Rusia cerrara el gaseoducto Nord Stream 1, el gasoducto Yamal-Europa y las rutas de Ucrania durante el período comprendido entre el 1 de abril de 2022 y el 31 de marzo de 2023, los autores afirman que la capacidad de Europa para mantener sus existencias de gas estaría gravemente comprometida. En este escenario, los precios del gas serían claramente más elevados, lo que llevaría a importantes aumentos en las facturas de los usuarios finales en toda Europa. En ausencia de cualquier medida de mitigación, los autores estiman que se podría perder alrededor del 40% de la demanda invernal de Europa central y occidental. Ante este panorama, los autores indican que existe la posibilidad de cierta mitigación a través de desvíos de GNL a Europa desde otros países (en los Países Bajos e importaciones adicionales a través de gasoductos de Noruega, África del Norte y Azerbaiyán).
